03 octubre, 2005

Interpretación de dibujos

Cuando era chica ayudaba a mi mamá, maestra, a corregir las pruebas de sus alumnos y pasar las notas al registro. Mientras compartíamos esta tarea mi mamá, además, me enseñaba psicología rápida. Juntas analizábamos los dibujos de sus alumnos. Sobre todos los de la familia. Ella me mostraba y explicaba el lugar dónde se dibujaba el chico, la relación de tamaños, si había completado o no los cuerpos de sus padres o hermanos, si había quitado o agregado a alguien. Y así, con el dibujo presente, íbamos investigando, inventando, la vida familiar de cada alumno.
Ahora es mi turno, y desearía no saber lo que sé. No haber jugado con los dibujos y las psiquis de esos chicos. No haber continuado leyendo psicología.
Mis hijos trajeron de la escuela un dibujo de la familia y sé, positivamente, que debo correr a buscar el teléfono de algún psicólogo que los salve de un futuro traumático. En el dibujo de Alan (7 años), están el padre con camiseta de Ríver, él en el medio, también de Ríver, y yo a la izquierda, con mi pelo corto y en pollera (¿cuándo me vio este chico en pollera?). Los tres estamos muy lindos. Sonreímos. Está dibujando muy bien Alan. Le encanta y se pasa todo el día dibujando. Hermosa familia. Todos, además, tenemos los brazos extendidos, como esperando un abrazo. Podría convertir el dibujo en un hermoso cuadro, ¡¡¡si no fuera porque falta su hermano menor!!! ¿Dónde está Ariel? Le pregunto a Alan y me dice que no lo dibujó porque Ariel es malo. No hay nada que hacer: este chico tiene una terapia en su futuro.
Paso al dibujo de Ariel (4 años y medio). Ari todavía dibuja monigotes. Las cabezas grandes de las que salen palitos que son los brazos y las piernas. Allí está su padre, en el medio, sonriendo y con barbita. Él a un costado, y al otro el hermano. El dibujo de Ariel tiene la dulzura de la primera infancia. Dicen que en los cinco primeros años de vida un chico forma su personalidad. O sea que con el mayor ya no tengo posibilidades, pero con él me queda medio año para mejorar algo. ¡Qué lindo dibujo! Me gustaría aparecer en él, por supuesto. No es que no esté. Me explicó que como su papá, su hermano y él tienen las cabezas así de grandes, de mí sólo pudo dibujar esa cabeza pequeñita y deforme, y no tuvo lugar para el resto del cuerpo. Lo entiendo. El todavía no sabe organizar los espacios, y menos sobre una hoja de papel. Igual yo sé que me ama y me necesita. Los dos. No tengo la más mínima duda. Aunque me parece que Ari está enojado conmigo por algo. Anda arisco... Pienso, sin embargo, que soy tan omnipresente para él, tan omnipotente, su dios personal, que no necesita dibujarme. Pienso en todo eso y no puedo dejar de repetir, sin que él me escuche, por supuesto: ¡la reputa que lo parió! que soy yo, así que no sirve como insulto. Soy malhablada por naturaleza. Me sale solo. No es para asustarse.
Los dibujos los voy a guardar para llevárselos a los psicólogos, claro está. Y cuando algún día hagan un dibujo de la familia completa, de los cuatro, con todos nuestros ojos, brazos, piernas e histerias, ellos en el centro protegidos por sus papás, quizás hasta con un árbol a un costado (prometo no analizar cómo dibujan las ramas y las raíces), y una casa al fondo, o por lo menos un departamento de tres ambientes con dependencias, ese sí, ese lo voy a colgar.

5 comentarios:

Gragry dijo...

Vero, ¿y si los dibujos son sólo eso: dibujos? Dicen que Segismundo decía eso: a veces un habano es sólo un habano.
Yo ya pasé por los dibujos, los psicólogos, mis lecturas, las de ellos...
Y sí, quizás ese día, justo ese día se pelearon Alan y Ariel, "entonces no te dibujo, ¿sabés? reventá por malo, mamá y papá son míos, vos no estás".
Tadeo (6) dice que tiene 4 hermanos de verdad y uno de mentira (el nene que nació de la nueva pareja del papá), pero siendo que él es el más chico de los 4 primeros, seguro encontrará el beneficio de tener uno más chiquito al que torturar, enseñar, guiar, con el que mandarse la parte ¿no?

Verónica Sukaczer dijo...

¡Es verdad! Debería ser sólo un dibujo que es un dibujo que es un dibujo. Pero cuando tenés los sesos fritos en psicología barata... es difícil...
(Quedó un buen título para algo: "Sesos fritos en psicología barata" :-).

BaNNa dijo...

nunca pude terminar de comprender esa cosas de la psicologia. con mis escasos 19 años solo se las cosas minimas respecto a ese tipo de dibujos: las que te hacen dibujar en las nerevistas laborales. Hijos no tengo...pero tengo madre, un placer leerlas.

Verónica Sukaczer dijo...

¡Gracias Vhan! Los dibujos de los chicos son como los de las entrevistas laborales: en ambos la conclusión es que la persona no sirve para lo que precisabas
:-).
Nosotras también tenemos madres, hijos, suegras, esposos, ex-esposos, amantes, ex-amantes y demás seres fantásticos.

Yvette Og dijo...

un dibujo de la familia refleja tanto el ambiente familiar y la situacion misma de la persona.

en ocasiones es muy dificil aceptar lo que los dibujos de los hijos reflejan por que ponen en entredicho tu funcion como madre...
cuidado no por querer tapar el sol con un dedo te cierres a la posibilidad de que algo pasa en la familia, probablemente solo falta de comunicacion pero ahi k tener en cuenta que es en esta etapa cuando los hijos inician a edificar su personalidad, seria mejor poner atencion ahora y no despues...
por que no colgar en este momentos tus bellos dibujos???
tal vez posteriormente puedas colgar el de la familia feliz que quieres formar...

saludos!
por que amo0 a mi profesionN
Psic. Ivette Ortiz