29 febrero, 2008

¿y las demás colaboradoras? ¿les comieron las teclas los ratones? Quiero conocerlas chicas.

28 febrero, 2008

Círculos

Mis padres vinieron a vivir a Morelia hace casi treinta años, estuvieron un tiempo en casa de mi abuela paterna la cual no conocí y después se fueron a su casa que era apenas un terreno con dos cuartitos y un baño. Ahí nací. En esa casa he estado toda mi vida, incluso un tiempo después de casarme y un tiempo despues de separarme.

Vivir en la misma ciudad, y más aún, en la misma casa tanto tiempo provoca cierta sensación de repetición, de circularidad; una especie de deja vu. La casa también fue la primera que mi hija habitó, usó ropa que era mía cuando apenas pesaba 7 kilos, a veces come en la misma cocina donde yo comí durante mi infancia y juventud, juega con un par de muñecas que alguna vez fueron mías. Incluso asiste a la misma escuela donde yo asisití, la maestra no es la misma pero se llama Martha, igual que mi maestra de preescolar. Solo le pido a Dios que mi hija no se descalabre en la banquita roja del patio y que su primer serenata no sea a los 5 años.

La mayoría de las cosas son distintas: mi hija usa perfectamente el microondas, en mis tiempos ni siquiera existía; mi padre tiene una colección de carritos a escala a los que yo tenía terminantemente prohibido acercarme a menos de medio metro, mi hija los usa a su antojo; yo desde los dos años digo groserías, mi hija habla de una forma exquisitamente correcta y goza de un amplio vocabulario. La lista sería interminable, definitivamente las cosas ya no son como antes.

Aún con las diferencias, mi hija me ha traído a manera de flashback los mejores recuerdos de mi infancia porque algunos episodios son similares a los que hubo en mi vida hace 2o años, incluso he llegado a recordar lo que sentía en ese enotnces, el cómo veía el mundo, mis dudas. Es como ver el remake de una película, como Pinocho 2000. Vuelvo a vivir mi niñez, sólo que ahora no me lleva mi madre de la mano, me lleva mi Ángela.

21 febrero, 2008

La historia de Cui Miguel

Tengo un pequeño de 3 y medio, mi suegro se llama Cuitlahuac, mi esposo se llama Cuitlahuac y si, ya sé lo que muchas pensarán, mi hijo se llama Cuitláhuac, y es Cuitlahuac tercero, como Shrek Tercero.
(Cuitláhuac (1476 – 1520) fue el penúltimo tlatoani -gobernador, incorrectamente llamado emperador- mexica. Era Señor de Iztapalapa y hermano de Moctezuma I. Su nombre significa literalmente "(el que) ha sido encargado (del cuidado de alguien)". (tomado de Wikipedia).
Y la historia nuestra es la siguiente: cuando supimos que era un varón el que venía en camino, mi esposo, como orgulloso padre, decidió que su hijo se llamaría Cuitlahuac, sólo Cuitlahuac, como él y su padre, al que además le daría mucho gusto que su hijo se llamara así, teoría que yo respaldé durante todo el embarazo hasta el día de ir al registro civil, en el momento de llenar la proforma del acta, que asenté que el nombre del niño sería Cuitlahuac Miguel, excuso decir que si sus ojos hubieran sido cuchillos me habría acuchillado, y ni qué decir de los ojos de mi suegra, ella tan dulce y tierna me miró con ojos desafiantes (no es cierto, es para que se ponga emocionante), no fueron desafiantes, pero si de despecho, porque de dónde carajos había yo sacado el Miguel, !por Dios!, y claro, ella no sabía que mi papá-abuelo (porque me crié con él) se llamaba Miguel, y que en su honor yo quería ponerle a mi hijo Miguel, es más Miguel Angel, teoría que fue descartada por mi marido en primera instancia, pues ningún nombre le parecía combinable con Cuitlahuac. En contadas ocasiones hemos tocado el tema, pues siempre terminamos peleando, a lo que una vez le contesté: el tiempo me dará la razón, y como si fuera así, cuando el pequeño entró a la guarde, todo mundo le dijo Miguel, hasta entonces yo también me atreví, jajaja, siendo mi hijo, no sabía como llamarle, casi siempre prefería el CUI, o mejor el: cachorro, hijo, bebé, peque, perruni, perrunito (es de cariño y ahora que casi no le digo, me pide: "mamá, dime peduni"). El niño sabe que se llama Cuitlahuac Miguel.

19 febrero, 2008

Historia de Angela

Mi adorada hija se llama Angela, el nombre significa: mensajera de Dios. El nombre no lo elegí por el significado, simplemente me gustó en la situación más absurda que cualquier persona pueda imaginar.

Eran mis primeros días en la Universidad Michoacana, lugar en el que los trámites de cualquier tipo son más pesados que la carrera completa. Para quedar formalmente inscrita necesitaba hacerme unos análisis de laboratorio, obviamente en la facultad de Farmacobiología de dicha universidad no sin antes hacer un pago en el banco y llevar la ficha de depósito, para posteriormente ir a la facultad de Odontología a una revisión y a la facultad de Medicina por un certificado médico.

Este trámite como requisito lo consideraba innecesario pero después comprendí que lo hacen para que pongan en práctica sus conocimientos los estudiantes de las facultades relacionadas con la salud.

Llegué un día a las 6 de la mañana con mis muestras en frascos al igual que decenas de estudiantes, situación por demás vergonzosa. Yo era la primera, lo sabía porque alcancé a ver mi ficha de depósito arriba de las demás en el escritorio. Nos irían llamando uno a uno por nuestro nombre leído en la ficha con el fin de sacarnos sangre. En ese entonces las fichas de los bancos eran copias al carbón y lo que estaba escrito en ellas no era del todo visible.

Empezaron a llamarnos y efectivamente yo era la primera. Mi nombre es Ana Gabriela pero como la ficha estaba poco legible se confundieron y me llamaron Angela y desde ese momento me gustó cómo se escuchaba. Sabía que estaban llamándome pero no respondí para que repitieran el nombre otra vez, volver a escucharlo y pensar que de verdad me llamaba así. No corregí el nombre, simplemente pasé al consultorio y dejé que me siguieran llamando Angela.

Al salir de ahí decidí que si tenía una hija le pondría de nombre Angela. Se lo comuniqué a toda la gente que conocía, y mi entonces novio estuvo de acuerdo. Algunos meses después me embaracé, mi hija nació y nadie me preguntó su nombre, simplemente comenzaron a llamarla Angela desde el primer día.

Seguramente los nombres de sus hijos también tienen una historia. Las invito a comprartirla.

15 febrero, 2008

Sobre la incuestionable superioridad de las nuevas generaciones

Desprevenida caminando al sol, Felichi pregunta
—Si pudieras tener tres poderes sobrenaturales, ¿cuáles querrías?
—Es difícil. Creo que serían la invisibilidad, la teletransportación y la telepatía. ¿Vos?
—La inmortalidad, la eterna juventud y la levitación.

No comments.

08 febrero, 2008

Me presento

Soy Gabriela, tengo 24 años y una nena de 5 recién cumplidos. Mexicana, de la ciudad de Morelia. Soy teóricamente casada; mi esposo vive en una ciudad a dos horas de aquí desde hace casi un año y la distancia ha dejado de ser meramente física.

Recién me topé con este blog y en una noche lo leí todo, hasta los primeros archivos; de sobra está decir que me encantó y no dudé en participar. Me gustó la idea de que sean muchos participantes, las experiencias compartidas de alguna manera hacen mas llevadera la tarea de ser madres.

Tengo mucho para aportar, solamente espero poder postear periódicamente.

Saludos a todos.