12 octubre, 2005

Y, no hay caso, che

Estoy preparando mi serie "Cosas que desequilibran a una madre", pero me encuentro con cosas como esta y se va todo al demonio.

¿A quién no le pasó que su hijo (ese sagrado fruto del vientre de una) se enganche con algo non sancto (léase TV basura, literatura barata, ídolos de cartón, música deplorable...)?

La primera reacción que tuve cuando Patri, a la tierna edad de 4 años insistía en ver los Power Rangers, fue explicarle tiernamente (sólo tenía un niño, no trabajaba y todo mi ser se ocupaba de su más mínima necesidad) que los Power Ranger eran malos, pero malos de pésimos, no de maldad. Porque eran buenos. No les daba el presupuesto, pero eran buenos...

Ni bola me dio el niño.

Intenté maniobras disuasivas. A la hora en que pasaban la citada serie lo llevaba de paseo, le proponía una actividad cualquiera, llegaban visitas... Lo que cuadrara mejor. Funcionaba, pero el infante en cuestión seguía berreando por el Power Rojo como el ídolo indiscutido de su vida.

Con el tiempo, la vida me castigó soberanamente.

Una tarde Martín, ya tendría como 5 años, reconoció los acordes de "Twist & Shouts" con la frase: "Poné más fuerte; es la música de Videomatch". Ahí sentí en mi cuerpo la profecía de Simeón... ¡Cómo un hijo mío podía reconocer la música de Videomatch y no a los Beatles! Si yo cuidé tan bien de que nunca lo vieran. Y nunca pidieron verlo, pero a pesar mío supo de su existencia...

¡Ay, mísera de mí,
ay, infelice
apurar, cielos, pretendo
ya que me tratáis así
¿qué delito cometí
contra vosotros... pariendo?

Con el tiempo alguien me explicó la verdad de la milanesa. Crecimos con la consigna que reza "la educación se da en casa". Como si en el colegio sólo se diera información. Pero resulta que los tiempos cambiaron. Ya no hay una mamá full time disponible para los niños, la madre en cuestión está yugando a la par del marido... Los niños tienen acceso casi ilimitado a la televisión e internet, y, si vivimos en Argentina, es probable que pasen muchas horas con una persona (la chica, empleada, mucama, y otros eufemismos) que tiene una cultura y valores muy diferentes a los nuestros... Ergo, al sagrado altar hogareño ingresan variadas propuestas, frases, conocimientos, hechos y realidades sin el filtro paterno. Sin mirada crítica, sin apoyo, sin respaldo.

Y los chicos hacen lo que pueden.

Y nosotros (los padres) también.

Con el tiempo aprendí a aceptar que a mi hijo Martín (es el segundo, así que es el complicado, el que trae todas las cosas raras :P) le gusten los cantantes latinos... Pero aprovecho la volteada y le vuelo el seso con Masliah, Menphis, Attaque 77, Sumo... Soy mala y me gusta serlo, y él disfruta de la diversidad, de bailar con la mamá y saltar un buen pogo.

Sigue preocupándome que Tomás cante divertido temas como Hay una bomba en el colegio (no sea cosa que se le ocurra curtirse a la novia debajo del pupitre), Vení, Raquel o Los piratas (no es cuestión que no respete a las mujeres). Les hago escuchar a Pink en Good bye, blue skyes pero no me dan ganas de que vean la peli todavía... Lo mismo me pasa con Viernes a las 3 am, a pesar de que escuchan a full a Seru.

Miles de veces hablamos del retrato de Dorian Grey, pero no sé si se lo daría a Patricio a leer. Ni siquiera Farenheit 451... Me da miedo que conozcan así el lado oscuro de la humanidad, del "ser" humano.

A veces prefiero que sigan confundiendo a los Beatles con los cortineros de Videomatch...



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5 comentarios:

BaNNa dijo...

me senti ientificada con esto que contas, tengo hermanos pequeños a los que mas de una vez les he intentado inculcar lo que para mi y los mios es aceptable culturalmente. Muchas veces me detengo en el intento..pienso que yo tmb seguramente de mas chica he mirado y consumido productos "culturalmente incorrectos" y asi y todo hoy tengo mi propio gusto y mi propia critica cultural. Creo que es parte de crecer aprender a seleccionar, descartar, elegir...igualmente esta bueno que esta eleccion y esta busqueda cultural este acompañada por alguien, en este caso uds.. los padres.
Ups..se me hizo largo. jajaj
Antes de nada deberia haber dicho: para el domingo un feliz dia para ustedes, las MADRES.

BaNNa

Verónica Sukaczer dijo...

¡No me toques a los Powers! Y menos que menos al rojo :-), que lo tengo justo ahora en casa saltando al lado mío. ¿Vos te creés que si no fuera primero por los Teletubbies, luego por Disney Channel, y ahora por los Powers y otros seres violentos, yo hubiera dormido una mísera siesta en toda mi vida? Voy a tener que escribir el elogio de la televisión de la madre cansada :-).

Reina dijo...

Yo hice ese elogio en una ridícula nota en una aún mas ridícula revista "padres y madres" y cuando un día me disponía a trabajar suena mi teléfono en la oficina y me dicen "Dra, de radio mitre, hector larrea por el tema de los niños y la tele".
Hablé con etitor y nunca fui tan pero tan tan famosa!!!, amo la tele.

Gragry dijo...

Gracias por los saludos, Banna.

Vero, yo les compré pelis a los chicos y los ponía con la tele a ver esas pelis. Pero comprendo el punto: a veces sólo querés dormir, y con la tele parece que no hay niños...
Besos al Power Rojo.

Daniela: ¿me firmás un autógrafo?

m a dijo...

En casa les perdono lo de Panam y Floricienta xq también se enganchan con Bob Marley, Oasis y Las viejas locas.
Ojo con el Power Rojo! Creo que piensan que es algo parecido a dios.