17 febrero, 2006

Soy políglota

El otro día Violeta, la perra, no aparecía por ningún lado. La buscamos debajo de las camas, adentro del placard, en el vanitory y hasta en la heladera. Aclaro que lo de la heladera no es descabellado, un par de veces los gatos salieron de ahí medios duritos de frío. La cosa es que Violeta no aparecía, entonces las nenas me propusieron que la llamara.

-La estoy llamando, hace media hora que no paro de decir Violeta, Violeta.
-Pero no má, así no.
-¿Y cómo quieren que la llame?
-Hablale como sabés vos.
-¿...?
-Hablale como animal, como cuando llamas a los gatos o como con los monos.

Ahí caí, me estaban pidiendo que ladrara. Ahí caí también en que ellas piensan que yo hablo el idioma de los animales. Claro que esta no es una idea fantasiosa de sus cabecitas infantiles, tiene una base cuasi científica porque yo...esteee...yo...maúllo. Sí, maúllo. Cuando los gatos se esconden y no los encontramos me pongo a maullar como si fuera uno de ellos y vienen.
Lo de los monos es otra historia. Una vez en un zoológico, frente a la jaula de los carayás que estaban muy entretenidos gritando y no se acercaban, se me ocurrió imitar el aullido que hacían, al instante teníamos a la mayoría adelante nuestro tratando de descubrir al mono que estaba afuera llamándolos.
Con semejantes ejemplos, pobres criaturas ¿qué van a pensar?
Así que para no desilusionarlas, me puse a llorar como un cachorro, Violeta apareció y todos contentos.
Calculo que cuando sean más grandes y me pidan ayuda con inglés, se les va a caer un ídolo.

15 febrero, 2006

tic, tac,tic,tac

- Má,¿por qué hay que dibujar el amor con un corazón?
- podés dibujarlo como querés...
- pero es que el amor está en el corazón?
- ummm
- como las ideas están en la cerebro....¿viste que siempre en los dibujitos si tenés una idea ponen una lamparita prendida arriba de la cabeza?
- si, pero el amor no es "una cosa" que está en alguna parte concreta del cuerpo, las ideas tampoco. Son pensamientos, sensaciones...Se elige "representarlos" con el corazón al amor, o la lamparita para que todos entendamos cuando vemos el dibujito...
- Sí, una vez yo tuve una idea y se me perdió y me dijo iaia que vaya donde estaba antes porque si los ojos veían lo mismo que antes..entonces la idea me volvía...No era nada en la cabeza...
-Bueno, cuando vayas al secundario te van a explicar bien, todo ....pero viste que decimos "mariposas en el estómago" cuando estamos enamorados...
- ahhh, sí.
Muy detrás de los ojos, habita desierta la ternura . Los vasos sanguíneos, saben reconocer la voz acorazada de las entrañas. (anoto en mi diario, luego de la charla con laurita)

14 febrero, 2006

San Valentin

Detesto las fiestas importadas? Si
Soy una madre babosa? Si
Entonces, como pesa más la babosidad materna, este es mi homenaje al amor más grande, incondicional y para siempre que voy a tener en toda la vida.

07 febrero, 2006

la escatológica naturaleza del varón promedio.

Éste energúmeno tiene ahora exactamente 43 años, una mujer sueca y bella y tres hijas chicas.

El invento de mi cuñada, sólo fue posible porque pensó en que la habilidad de un electricista evitaría que ella - e incluso sus hijas, dentro de un tiempito- tuvieran que hacer justicia por mano propia.
El sujeto en cuestión es mi hermano mayor, ese mismísimo que nos invitó a pasar fin de año y más y más en Estocolmo. Pero así como lo ven, de maduro padre de familia, devenido profesional librepensador y económicamente tranquilo: EL TIPO NO PUEDE EMBOCAR EL CHORRO DEL PIS EN EL INODORO. No hay caso.
El sistema de la tía resulta un poco "pavloviano" comenta mi hijo -que tampoco emboca- ya que al ver la luz, el tipo recuerda que debe ATENDER y mea donde corresponde. En fin, el primer mundo da para todo.
Más de media docena de hermanos, innumerables (por que mi memoria es muy mala) partenaires ocacionales y alguno estable, más un par de hijos varones han determinado mi creencia en que los hombres tienen un vínculo histriónico e hilarante con sus funciones orgánicas desde pequeños....y no se les va cuando crecen.
Voy a confesar algo inconfesable. Hoy uno de mis sobrinos que tengo durante una semana en mi casa (tiene 5 años) vino corriendo hasta mi cama mientras yo intentaba despertar para poner un poco de orden en ese cuarto repleto de amiguitos, primitos y vecinitos. Todos varones entre 5 y 7.
- D!! (se lee dai, apelativo cariñoso de entrecasa) D!!....
- qué? te pasa algo en serio?
- si........
-...........
- me tiré un "pedo con jugo" y ahora está el cuarto todo sucio y todos se ríen.
Salté como si me hubieran eyectado mil resortes recordando con furia cada uno de los concursos de pedos de mis hermanos decidían conveniente y oportuno tener sólo para molestarme, las miles de anécdotas de caca y pis que siguen recordando como magníficos eventos ahora que son unos grandotes de más de entre 37 y 44 años. Eso dejando afuera la educación escatológica escencial a la naturaleza masculina que se han empeñado en transmitir a sus hijos y sobrinos...
Llegué al dormitorio y encuentro a seis pequeños riéndose casi a lágrima suelta del pobre Cale, cagado por sorpresa. Entré y me tenté, me contuve y les pedí amablemente que salieran mientras limpiaba. Junté sabanas con jugo de pedo + calzones + mantas + un poco de todo y lo metí en el lavarropa. Cale estaba bañándose sin que nadie lo mandara, el resto como si tal cosa seguían midiendo sus poderosos efluvios en narraciones inverosímiles mientras desayunaban como famélicos. Es que desde que me acuerdo ¿ qué otro momento más oportuno para relatos de esa índole sino durante la comida?.
En fin. Las mujeres tenemos el mismo sistema digestivo y probablemente sea alguna enseñanza vinculada con el recato o el pudor o la verguenza lo que evita que la tendencia sea tan marcadamente indiscriminada. No es que no seamos capaces de hacerlo, sólo que elegimos cuidadosamente delante de quién. Eso es lo que les expliqué a mis hijitas....no he recibido quejas.

04 febrero, 2006

I´ll always be there...

Lo que cuenta Natalix, me hace acordar algo. Van a creer que sometí mis oídos sajones a una sobredosis auditiva de viejos boleros cantados por el juarense Luís Miguel y que eso me espumó el cerebro y me dejó todos los residuos de mi resistencia a la ñoñez.
Sí, ¿por qué no puedo ser como dios para mis hijos? ¿ por qué no puedo decirles mentiritas que les ahorren sufrimientos? ¿por qué no debería atenuarles lo terrible de la vida?.
Hace un tiempo decidí dejar de lado el impiadoso sincericidio: le digo a Laura, cada tanto, alguna mentira. Por ejemplo: "no, no tiene queso", "no tengas miedo", "no va a pasarte nada", y la que llevaba el récord era: "yo siempre voy a estar ahí".
Sí, había decido que si dios le dijo a Isaías : "No temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, que yo soy tu Dios: te fortalezco, te auxilio, te sostengo con mi diestra victoriosa”, lo mío era un poco menos pretencioso.
Y así lo hice. Cada vez que Laura tenía miedo, cada vez que yo lo tenía, y cada vez que nos separábamos: "siempre voy a estar con vos", en abierta contradicción con los hechos. Ahora que lo pienso, sin embargo, fue sólo parcialmente útil: porque la falsedad de tal afirmación es, en mi caso, tan patente que me lo hecha en cara. “No es verdad. no estás siempre conmigo.”
La primera vez que me lo dijo, me hizo mal. Mucho. Entonces decidí cambiar esa expresión por otra más cierta "quisiera estar siempre con vos". Les aviso: no fue un acierto, fue peor. Esa frase, tal como lo descubrió al instante mi hijita astuta, supone mi falibilidad y con un demoledor "¿ y por qué no podés?", me dejó en pelotas.
Decido entonces volver a la expresión anterior. Así aunque sea sigo comprobando cada día la distancia que me separa de cualquier divinidad...

02 febrero, 2006

when I'm gone

Me levanto y tengo que comprar la comida del gato, el antibiótico que debo empezar, y lavar los platos de anoche. El niño todavía duerme. Le digo "salgo a comprar y vuelvo". Rechina los dientes desde lo más profundo de su sueño, yo insisto: "me voy a comprar, Felito, ¿me escuchaste?". Hace que sí con la cabeza y salgo.

A la vuelta lo encuentro bañado en lágrimas "¡Me levanté y no estabas!!!".

Explicaciones: no debiste haberme oido, te avisé y estabas muy dormido, perdón, tenés que saber que jamás te abandonaría (-¿Alguna vez te dejé solo? –Hoy). Perdón, te quiero, tranquilizate, debería haber dejado una nota. Abrazos, besos, pena infinita por su penar y su temor, lenta vuelta a la calma, sonrisas, no pasó nada, si querés te preparo el desayuno, sí, quiero.

En la cocina veo sobre la mesa una foto mía que estaba en el living.
—Ay, trajiste mi foto para pensar en mí y llorar cuando no estaba —pregunto con sorna.

Me avergüenza mi propia crueldad pero burlarme es una forma de decirme y decirle "ya pasó, ya puedo reirme de eso y todo". Sólo que él es liviano (por más jóven que yo sea, él siempre va a ser más liviano), pasa a través de la ironía como si fuera niebla, como los ángeles cruzan la materia sólida, las puertas, las paredes, sin inmutarse me responde

—No. La traje para pensar en vos y saber que estabas conmigo aunque no estuvieras.

Él siguió engullendo yogurt y yo tuve un escalofrío, una especie de susto y me quedé mirándolo llena de admiración y agradecimiento, en silencio.