31 octubre, 2005

La bestia

En un día como hoy, hace ya un par de años, recibí la primer gran desilusión por parte de mi padre (es quien determina el sexo).
Yo, que había seguido de cerca el abultamiento de la panza de mi mamá...
Yo, que había ido a comprar el moisés con mis tías...
Yo, que había elegido el nombre...
Yo, que había contado los días ansiosa para conocer a mi hermanita...
Yo... me quedé con las ganas.
En lugar de la nena que había soñado apareció la bestia, una cosita (con "cosita"), peluda y fea (mejoró cuando lo pelaron) con la que compartí mi infancia y adolescencia.
Como buenos animales salvajes, luchamos diariamente a muerte delimitando territorios en un todo vale, desde tirones de pelo hasta patadas, pasando por cuanto intermedio se les ocurra.
La cosa es que la bestia creció, por lo tanto, para preservar mi integridad física, la cuestión territorial pasó a jugarse en el terreno coloquial. (Yo no fuí, fue él!! Yo no fuí, fue ella!! La rep... que te rep..!!!) La lucha era a todo o nada, así que saqué mi arma secreta más temida, la imaginación, y lo asusté tarde tras tarde con relatos horripilantes de vampiros y demonios. Algunas veces actuaba y le hacía creer que estaba poseída, cambiando la cara y la voz terminaba las frases con un escalofriante Je, je, je, je!!
Cuando ya los relatos no surtieron efecto no me importó, estaba en plena adolescencia y totalmente en otra, la bestia era solamente algo que importunaba, entonces directamente lo ignoraba.
Pero también la bestia se hizo adolescente, por lo que paulatinamente adquirió estatuto de persona y nombre, "Rafa".
Ya estábamos en condiciones de compartir territorios.
Compartimos complicidad cuando se rateaba y yo falsificaba la firma de su boletín de faltas, compartimos noches en vela, estudiando él y explicándole yo matemáticas o filosofía antes de un examen, compartimos un par de lágrimas cuando le rompieron el corazón por primera vez, compartimos también las primeras borracheras.
Ya éramos iguales, éramos hermanos.
Y nos fuimos haciendo más hermanos a medida que la vida se nos volvía como más importante en algún punto; cuando se casó y nos fuimos caminando hasta la iglesia, nerviosos, fumando un cigarrillo, él disfrazado de novio y yo, disfrazada de madrina; cuando hicimos trabajo de parto el día que nació su primer hijo; cuando lloramos juntos en mi casamiento; cuando nació mi primera hija y entró todo emocionado estrenando su título de tío; cuando... fue y es un día a día.
Hoy hacen exactamente treinta y cuatro años que empecé a compartir la vida con "Rafa", la bestia, el otro animal salvaje que parieron mis padres.

5 comentarios:

Rain dijo...

Uno a los hermanos los odia... pero como me dijo mi Amada hermana mayor un viernes mientras compartiamos una borrachera: "Nosotros nos peleabamos mucho y mal, por que en realidad nos amabamos mucho y mal!"
PD: Cabe aclarar que su compañia es una de las mas hermosas sorpresas de esta vida post mudanza.

m a dijo...

Es un amor-odio extraño, porque no aparecen mezclados. Depende el momento, odias totalmente o amas totalmente a tu hermano, así, sin término medio.
Justo recién mi pobre bestia me mandó un mail, está pasando por un muy mal momento. No te puedo explicar el amor que me salió y la angustia que me dejó .

Rain dijo...

Tener hermanos es genial: A veces complices, otras enemigos declarados, a veces simplemente un completo extraño/a, otras un modelo y la mayoria de las veces: ese que te canta la justa cuando no la queres oir.
Brindo por los hermanos.
A mis hermanas les pasa lo mismo que a tu bestia... creo no mentir cuando digo que si yo pudiera arreglaría todo para que no esten mal... pero no puedo, no está a mi alcanze.
Solo podes sentarte a su lado, ponerles el hombro para que lloren si tienen que hacerlo, alcanzarles un pañuelito de vez en cuando y tratar de ser un pequeño faro de cordura entre tanta oscuridad... Mantenerse fuerte cuando en realidad lloras su angustia es una de las cosas mas dificiles que me toca vivir... pero tambien tiene las satisfaccion de coimpartir esas risas y miradas reveladoras que solo los hermanos entienden!
Ah! decile a tu hermano esto: Todo Pasa.

m a dijo...

Tenés muchísima razón.Gracias Rain!!

Josie Janeway dijo...

que lindo post.
lindo,muy lindo.