
(En cuanto le tomen la mano verán que con cualquier foto, femenina o masculina, pueden hacer a cualquier conocido, familiar, enemigo, jefe, amigo).
Hoy, si viajamos en auto con nuestros hijos, primero vamos a Creciendo o a Planeta Bebe y evaluamos toda la oferta de butacas del mercado. Chequeamos cuál es la más apta según edad, peso y medidas del niño. Miramos que esté homologada por la Comunidad Europea y la resistencia a impactos debidamente testeadas. Tratamos de no comprar ninguna usada por las dudas. Gastamos una fortuna, la instalamos con el mayor cuidado posible y al cabo de unos meses o un año volvemos a hacer lo mismo porque nuestro hijo ha crecido y por su seguridad debemos comprarle una nueva.
Antes, nuestros padres nos llevaban de vacaciones a Mar del Plata por una Ruta 2 doble mano atestada de Dodge Polaras, Falcon Futura y Chevys Malibu cómodamente sentados en brazos de nuestras madres que viajaban en el asiento delantero del Peugeot 504. Olvidemos por un instante el ABS (frenos a disco con viento a favor) y por suerte no había airbag porque más de uno habría terminado estampado contra el plástico. Otros chicos, quizás mas afortunados que nosotros, tuvieron la oportunidad de sentarse en unas sillas de caño, que simplemente colgaban del asiento y los mantenían en su lugar gracias a una especie de barral que evitaba que se deslicen hacia adelante. Por supuesto, el tránsito era otro (por lo menos eso me dice mi papá cada vez que le saco este tema). Lo cual no quita que una maniobra brusca hecha a la obscena velocidad de 60 km/h te hiciera volar por los aires con silla y todo.
Ahora nuestros hijos toman agua mineral baja en sodio.
Antes veníamos de andar en bicicleta muertos de sed, tocábamos timbre en cualquier casa y decíamos: "Señora, me da agua?". La vieja abría la canilla y nos alcanzaba una manguera recalentada, a la cual nosotros acercábamos la boca en franca comunión de gérmenes para esperar que salga el reconfortante chorro.
Ahora las sillas de comer de los bebés tiene arnés de 5 puntos, bandeja extraíble y patas que garantizan estabilidad. Son plegables para ocupar menos lugar y la funda se puede sacar y poner en el lavarropas.
Antes eran de mimbre, caña o madera y nos ataban con un repasador para que no nos fuéramos a la mierda.
Antes nos daban la mamadera con Nestum a los 3 meses, previa hechura de agujero grande en la tetina de goma con una aguja caliente.
Ahora no se puede darles nada a los bebes a esa edad porque toda otra cosa que no sea leche materna es veneno.
Antes dormíamos boca abajo.
Ahora solamente se admite si el bebe tiene reflujo o vomita en exceso. SOLAMENTE. Entendiste???!!!!
Antes no nos amamantaban. Como la S26 o el Bifilac costaban una fortuna nos criaban a leche Nido o las 3 Niñas.
Ahora está prohibidísimo darles leche de vaca antes del año. Lo mismo pasa con la miel (salvo que seas Yiya Murano)
Antes nos dejaban ir solos en tren al Italpark, lleno de juegos peligrosísimos y de escaso mantenimiento.
Ahora los chicos no pueden salir solos ni a la esquina.