27 agosto, 2007

Antes (II)

Llegué a la maternidad como muchas otras mujeres, y a decir verdad trato de criar a mi hijo según lo que me dicta el corazón, el sentido común cuando aplica, y el prueba-error algunas veces. No obstante, existe internet, los libros de puericultura, los consejos bien intencionados o los foros de crianza. Y nunca me dejo de sorprender.
Una de ellas es la capacidad humana (o femenina?) para teorizar, marcar tendencia y calificar lo que "se debe" y "no se debe" hacer durante un acto tan natural como es criar hijos. Y la otra es pensar cuánto cambiaron las cosas en los 30 y algo de años que pasaron entre mi nacimiento y el de mi hijo. Con esto no estoy justificando conductas pasadas, ni diciendo que "antes se hacía así y no pasaba nada" pero...no sé, si me atengo a las costumbres actuales y me pongo a pensar en las antiguas....puedo ser tremendista y pensar que nuestra niñez transcurrió al filo de la muerte y debemos considerarnos felices de haber llegado a adultos. O puedo ser despreocupada y asumir que actualmente los padres somos una manga de hincha pelotas exagerados.

Hoy, si viajamos en auto con nuestros hijos, primero vamos a Creciendo o a Planeta Bebe y evaluamos toda la oferta de butacas del mercado. Chequeamos cuál es la más apta según edad, peso y medidas del niño. Miramos que esté homologada por la Comunidad Europea y la resistencia a impactos debidamente testeadas. Tratamos de no comprar ninguna usada por las dudas. Gastamos una fortuna, la instalamos con el mayor cuidado posible y al cabo de unos meses o un año volvemos a hacer lo mismo porque nuestro hijo ha crecido y por su seguridad debemos comprarle una nueva.
Antes, nuestros padres nos llevaban de vacaciones a Mar del Plata por una Ruta 2 doble mano atestada de Dodge Polaras, Falcon Futura y Chevys Malibu cómodamente sentados en brazos de nuestras madres que viajaban en el asiento delantero del Peugeot 504. Olvidemos por un instante el ABS (frenos a disco con viento a favor) y por suerte no había airbag porque más de uno habría terminado estampado contra el plástico. Otros chicos, quizás mas afortunados que nosotros, tuvieron la oportunidad de sentarse en unas sillas de caño, que simplemente colgaban del asiento y los mantenían en su lugar gracias a una especie de barral que evitaba que se deslicen hacia adelante. Por supuesto, el tránsito era otro (por lo menos eso me dice mi papá cada vez que le saco este tema). Lo cual no quita que una maniobra brusca hecha a la obscena velocidad de 60 km/h te hiciera volar por los aires con silla y todo.

Ahora nuestros hijos toman agua mineral baja en sodio.
Antes veníamos de andar en bicicleta muertos de sed, tocábamos timbre en cualquier casa y decíamos: "Señora, me da agua?". La vieja abría la canilla y nos alcanzaba una manguera recalentada, a la cual nosotros acercábamos la boca en franca comunión de gérmenes para esperar que salga el reconfortante chorro.


Ahora las sillas de comer de los bebés tiene arnés de 5 puntos, bandeja extraíble y patas que garantizan estabilidad. Son plegables para ocupar menos lugar y la funda se puede sacar y poner en el lavarropas.
Antes eran de mimbre, caña o madera y nos ataban con un repasador para que no nos fuéramos a la mierda.

Antes nos daban la mamadera con Nestum a los 3 meses, previa hechura de agujero grande en la tetina de goma con una aguja caliente.
Ahora no se puede darles nada a los bebes a esa edad porque toda otra cosa que no sea leche materna es veneno.

Antes dormíamos boca abajo.
Ahora solamente se admite si el bebe tiene reflujo o vomita en exceso. SOLAMENTE. Entendiste???!!!!

Antes no nos amamantaban. Como la S26 o el Bifilac costaban una fortuna nos criaban a leche Nido o las 3 Niñas.
Ahora está prohibidísimo darles leche de vaca antes del año. Lo mismo pasa con la miel (salvo que seas Yiya Murano)

Antes nos dejaban ir solos en tren al Italpark, lleno de juegos peligrosísimos y de escaso mantenimiento.
Ahora los chicos no pueden salir solos ni a la esquina.


Los productos mejoraron. Los servicios mejoraron. Me resisto a creer que los padres mejoramos.

Ustedes que piensan?

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo pienso que es todo una reverenda porquería!, pero aun así tenemos miedos, por lo menos de que algo malo le pase en la calle, que no ande en bici en la vereda, son muchas cosas, si bien han cambiado "para mejor", la sociedad va para atrás... pero bueno tampoco podemos encerrarlos a los pobrecitos, que disfruten, (pero con CUIDADO!!!)

Anónimo dijo...

vero, yo creo que nos tenemos que matar! porque ser mama ahora es un quilombo! a veces escucho a mi vieja, que por mas canchera que este y se haya adecuado a la moda me salga con un...vos te acordas no? como tomabas agua de la canilla de la casa de la abuela? y asi y todo seguis viva?

mas alla de eso, creo que mucho es negocio, cambio la vista del mkt (compramos todas las boludeces que andan dando vuetas) y claro estamos influenciados por el primer mundo a full!

Betta dijo...

Es el fucking consumismo que te hace sentir que si "no tenes todo eso" sos una basura de madre y pones en riesgo permanente a tus hijos.
Y me hago cargo de que entre en la rueda del mercado..

Reina dijo...

me reì mucho con el post porque justo hoy una amiga me llama para contarme que està buscando jardìn para su hijo y que vio muchos donde las "experiencias directas" fueron cambiadas por "experiencias seguras!". Por ejemplo: no van a la granja porque un animal puede lastimar, no usan pileta pelopincho cuando haga calor porque se pueden ahogar..y asì para todo.
Yo le contè que un dia mi hija menor me preguntò por què tenìa dos cicatrices (en la rodilla y el mentòn) y le contè còmo me habìa caìdo de un àrbol y me habìa lastimado con una botella de vidrio cuando era chiquita y me habìan cosido. COSIDO????, gritò,¿no te cuidaban?!!!. Pues màs allà de los detalles accidentes tontos pero que tenìan que ver con la interaccion con el mundo ya no hay. El domingo saliò un articulo lindìsimo in memoriam de Silvia Bleichmar, una psicoanalista muy conocida y buena.
Allì ella cuenta que unos inmigrantes judìos en bsas. de los años 40, una noche escuchan llegar a las 4 am a su hijo y la madre en idish le dice al padre "este hijo!, volver a esta hora de la milonga" y el padre le responde tambièn en idish "dejalo, mujer, dejalo que vaya a lugares de donde se puede volver". Me pareciò hermosa la lecciòn.

Moni dijo...

Vero, hay cosas en las que estoy de acuerdo y cosas en las que no...

El tema de dormir boca arriba o boca abajo, agua de la canilla ni en pedo, comer o no comer, leche de vaca es sentencia de muerte... eso creo que es una paranoia colectiva, una boludez al cubo, sin dudas.

Ahora, el tema de la seguridad... antes los autos no andaban a las chapas como ahora, ni la gente manejaba tan a lo bestia. Tampoco los chicos eran tan hiperactivos. Mi vieja es kinesióloga pediátrica, vive viendo pibes y no puede creer las energías que tiene Mateo, dice que ni yo, que era una rompebolas atómica le llego a los talones siquiera. No sé si será el Supradyn pronatal o qué pero parte de la seguridad / inseguridad, especialmente en el hogar, creo que se genera por ese exceso de energías. Al menos así lo veo yo, ja!

lau dijo...

BUENIIISIMO ,, tb, coincido con algunas como Betta que me parece que nos dejamos envolver en todo el consumismo en general si no tenes cual o tal cosa sos un desastre y creo que tenemos que volver más a lo natural , a las comidas caseras a la seguridad si, pero no a la sobreprotección,,, al cuidado sí pero no al abuso Igual de todas maneras, acá o allá,, sigue siendo así, yo tb, tomaba agua de la manguera che,,,y acá estoy, sana y salva,,,

Alfonsina dijo...

Clap clap clap. Mas alla de lo gracioso (y muy) del relato, es tremendo lo que contas, es tan real como tremendo.
Tuvimos mucha suerte? no creo... La tecnologia hace mas segura la vida de nuestros hijos? puede ser...
En fin, voy a resistirme siempre a que me obliguen a hacer las cosas que creo que son exageradas... si mis hijas quieren tomar agua de la manguera, adelante! a lo sumo crearan anticuerpos o tendran una cagadera macha que curare mas tarde... pero quien te quita la aventura de la bici con amigos!!!!

| Perla | dijo...

Yo pienso como Alfonsina. Mi hija anda de aca para alla con las perras (cosa que yo hice durante toda mi infancia), juega con tierra, con el agua de las perras, etc. Yo la miro y controlo bastante, pero considero que de alguna forma tiene que saciar su curiosidad.
Creo que soy lo suficientemente inteligente como para darme cuenta de cuáles son las cosas "materiales" que realmente necesita. Pueden intentar vendernos cualquier cosa pero decimos si o no por nosotras mismas, para eso tenemos la cabeza bien puesta. Conozco madres que vienen y te cuentan que compraron el cochecito XZC45 porque tiene el sistema tal y tal y la tela supersonica de no se que corno. Y yo pienso: lo único que yo necesito son un buen par de ruedas como para atravesar cualquier vereda rota que se me cruce!

Veroka dijo...

"¡Simplifiquen, simplifiquen!" decia Thoreau.Lastima que este tiempo de inseguridad no siempre deja simplificar.
En cuanto al consumismo, siempre hubo y siempre habra, yo no me engancho, pero tampoco se puede instalar a los chicos en una burbuja, alguna que otra vez por mes a Burger King no mata a nadie, sin exagerar, bah.

Uchi dijo...

Grosso... y aca estamos todos los sobrevivientes!!!! Vivitos y coleando!!!

Anita dijo...

Sos una genia!!
Me reí mucho con un comentario tuyo en Bestiaria e inmediatamente entré a tu Blog.
Yo no soy madre aún, pero no me importa, voy a seguir tu blog, porque me parece sumamente aleccionador.
Saludos,
Anette