14 marzo, 2006

precisiones sobre el dubi dubi du



(aquí el pez en el agua, terminó el verano pero las fotos quedan)

Cuando Félix preguntó por primera vez sobre "cómo se hacen los bebés" le expliqué lo mínimo indispensable: que una célula de hombre se junta con una célula de mujer y después de nueve meses, etc.

Pero a medida que fue pasando el tiempo comenzó a pedir más precisiones, hasta que finalmente llegamos al punto en que expliqué que "el pito del varón entra en la chu de la mujer y así le deja adentro la célula que hace falta para el bebé".

Demás está decir que con la escolarización fue adquiriendo cada vez más precisiones sobre el asunto, hasta llegar a la pregunta inamovible: "¿Vos hiciste sexo con mi papá para que yo naciera?", "sí" "y ¿cómo se siente?" "se siente bien, porque si no la humanidad se extinguiría".

Hasta acá, todo normal.

Ayer, veníamos caminando por la calle y aconteció este diálogo:

—ma, ¿vos cuándo hiciste el dubi-dubi-du para tenerme a mí?
—¿Cómo cuándo? Hace ocho años...
—sí, ya sé, pero ¿a qué hora?
—¿para qué querés saber eso?
—para saber en qué momento empecé a existir

me acordé de los días y noches que antecedieron a su concepción y está claro que no puede responderle "fueron tantas veces que no sabría decirte".

Pero más me acordé de cuando yo tenía nueve años y, a la vuelta de alguna excursión (no sé cual pero fue en un micro) cuando Bárbara Palmer, de 4ºA, a propósito de alguna inocencia que yo debo haber dicho me zampó una verdad para la que no estaba preparada, como quien te da un sopapo de sorpresa.

"pero qué, ¿vos pensás que los padres lo hacen solo para tener hijos?"

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay cosas peores. Por ejemplo estar 'friquifriqui' con frenesí en el propio dormitorio con puerta cerrada y de golpe escuchar MUY CERCA la voz de la infante decir: "qué están haciendo???".

Vivi Briongos dijo...

Me hicieron reir con los comentarios.
Me pasó parecido. Salir en pelotas del cuarto re novios, tipo una de la mañana, cuando se supone dormía desde las diez, y medio en penumbras ver a Lulaq con su puerta abierta, a los pies de la cama (que se ve mejor nuestro cuarto), murmurando que no pueden dormir.

Lo de las preguntas lo voy sorteando bien, veremeos como sigue...
'Sorpresas te da la vida, laaaaa vida te da sorpresas...'

Anónimo dijo...

jajajaja
la verdad que sí, es preferible la interpelación a la interrupción, pero una cosa no te inmuniza de la otra!

Anónimo dijo...

Me atrevo a confesar que el aquel santo varón, (él estaba de frente a mi niñita) con voz entrecortada pero muy seriamente le respondió
"cosas de grandes, laura. No vuelvas a entrar sin golpear".
-buuuuuaaaaaaa, malo, tonto, pelotudo. Y portazo.
-ey...que la madre soy yo, eh?
-si, pero soy yo el que se la está cogiendo! ¿qué?...tenía que decirle algo ¿no?
-si, pero no así tan serio...

Nada, me vestí, salí de mi cuarto a ver a Laura que ya dormia como un zombie y al volver encontre a mi amoroso varón tambien rendido en brazos de morfeo.
Y yo?? quíen se ocupa de mi,eh???