Hace unos días que estoy tratando de subir una foto, pero blogger me tira un error y no puedo hacer nada.
La foto en cuestión es de Violeta, el regalo que trajo Papá Noel para Sol y Abril. Es una cahorrita Shitzu minúscula, de cuarenta y cinco días y más o menos veinte centímetros de largo, llena de pelo.
La verdad es que a mi mal humor habitual para las fiestas se sumó el mal humor por la responsabilidad de otro bicho más en casa. La fauna hogareña no para de crecer, tenemos tres gatos, tortuga, peces tropicales, crías de peces tropicales y ahora encima venía Violeta, me pareció como demasiado (ES demasiado).
Tratamos de disuadirlas diciéndoles que Papá Noel no podía traer animales porque se abollaban en la bolsa de los juguetes, a lo que contestaron que Papá Noel podía TODO porque es mágico, sino ¿cómo hacía para repartir juguetes a todos los chicos del mundo a la misma hora?. Más que lógico.
Intentamos por el lado de tentarlas con juguetes, ejemplo Barbie veterinaria. No hubo caso, querían una cachorrita de verdad, no la que viene con la Barbie.
Así fue que puteando por lo bajo empecé a buscar a Violeta, puteando por lo bajo la encontré, puteando por lo bajo la pagué y puteando por lo bajo la fuí a buscar.
Como mi mal humor navideño es el peor de los que me agarra durante el resto del año, seguí puteando por lo bajo y por lo alto todo el veinticuatro hasta las doce, momento en el cual, también puteando, puse a la cachorra debajo del arbolito.
Cuando volvieron de ver los fuegos artificiales se quedaron clavadas en la puerta del comedor, mudas y con la boca abierta. Estaban tan emocionadas porque Papá Noel les había traído a su Violeta que no podían articular palabra, emitían gruñiditos de alegría y daban saltitos. Se dieron vuelta y les ví los ojitos llenos de lagrimitas de felicidad.
-Qué va a hacer! Un culo más para limpiar- pensé, mientras se me espiantaba un lagrimón y el espíritu navideño me rozaba de costadito.
4 comentarios:
con un poco de suerte, Violeta se coma algun otro animal y vuelve el equilibrio a tu hogar...muehehehe
ahora hablando en serio... tus hijas te pueden
sos una DIVINA!!!!! A pesar que no querias por todo lo que implica tener ooooooooooooooooooootra mascota mas, se la compraste!!!
CLAP CLAP CLAP X 10.000
Besotes
No hay vueltas, Marce: ¡es a vos a quien le gustan los bichos! :-). Porque mirá que los míos lloran y suplican por un perro, pero saben que conmigo no lo conseguirán. Mi respuesta es tajante: yo ya tengo tres animales en casa (se entiende: ellos y su papá), y no pienso cuidar uno más. Cuando ustedes sean grandes, van a poder tener todos los animales que quieran. Se conforman yendo a visitar los 2 perros 2 de la abuela, todas las semanas. Tuvimos sólo dos tortugas ilegales, y cuando las regalé, a nadie se le plantó un lagrimón (yo creo que los chicos ni recordaban que andaban por el balcón). Cariños y bienvenida a Violeta. Me encantó el nombre. ¿Será por esa hermosísima novela "Violeta"?
Guza, tiene la boca tan chiquita que no va a contribuir al equilibrio ecológico. Y si...me pueden.
Bataclana, debe ser que yo quería tanto un perrito cuando era chica y se me aparecieron con una tortuga, que aflojé a pesar de todo.
Vero, me descubriste, soy bichera al mango. Por otro lado en la familia la que compensa la falta de mascotas soy yo, mis sobrinos vienen a casa a visitar a sus primos de cuatro patas. Y el nombre lo eligieron ellas, no por la novela, que realmente es muy linda, sino por un dibujito, Clifford de cachorrito, que tiene una amiga coneja que se llama así.
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