Me sorpende y a veces me molesta la imagen que tienen las personas de un ama de casa, simple y sencillamente no lo concibo.
Situación 1:
Mi esposo nos lleva de visita a una ciudad vecina para conocer a unos amigos suyos; empresarios, solteros, jóvenes. Nos invitaron a comer, por alguna razón aprecian mucho a mi esposo y como dicen: el que quiere a la plantita, la quiere con todas sus florecitas. Así que la invitación fue extensiva para mí y mis hijos.
Toda la tarde hablaron de negocios, cualquier comentario mío era pasado por alto por más que mi amable esposo trababa de integrarme, lo que yo decia era una brisa, un zumbido de mosco. Cuando intentaron establecer comunicación conmigo solamente me preguntaron: ¿Qué tal la vida de mamá? ¿Tranquila no?
Claro, las madres no tenemos más tema de conversación que pañales, niños, casa. Y por supuesto nuestra rutina es relajada: Estar al pendiente de de una niña aprendiendose las tablas de multiplicar, un bebé aprendiendo a caminar, una casa que tarda todo el dia en limpiarse y 5 minutos en ensuciarse, que mi familia tenga ropa limpia y planchada y un plato de comida caliente todos los dias tres veces al dia, mas refrigerios; eso y una sesión en un spa, es casi lo mismo, claro.
Situación 2:
Me reencontré con unos amigos de la licenciatura en una reunión. La pregunta de ley para todos ¿qué haces ahorita? ¿a qué te dedicas? Yo respondí: "a mi casa, mis hijos, mi marido". El comentario: "¡que bien! tienes todo el dia libre para hacer lo que quieras: leer, escribir, descansar"
Claro, la casa se asea sola, el bebé de un año ya es independiente, la ropa se lava sola, la comida se hace por sí misma y los platos no se diga, se lavan por arte de magia.
Me decepcionó un poco ver que así nos ven a las mujeres que nos dedicamos al hogar. Pero si algo es cierto, es que solamente desepeñando el rol es como se conoce la vida de una mujer y ama de casa, y por supuesto, solo así es que se conocen las satisfacciones, que superan por mucho a lo demás.
He sido madre trabajadora y madre ama de casa y puedo decir que, ambas cosas, por igual son agotadoras, con presiones y satisfacciones, disgustos y alegrías. Una no hace más que la otra, ninguna es mejor madre que la otra.
2 comentarios:
hola Gabriela, te comento que todo lo que relatas es muy cierto, pero tambien es un caso de falta de solidaridad femenina tambien. el trabajo hogareño se considera de segunda, sin tener el cuenta que SIN ese trabajo, todo se convertiria en un caos. un beso,
carmen
Gabriela, GRACIAS!!! Plasmaste en esta post lo que pienso a diario... muy bueno!
Publicar un comentario