25 agosto, 2008

Madre vs. Maestra

"Yo no tengo una personalidad;
yo soy un cocktail, un conglomerado,
una manifestación de personalidades".
Oliverio Girondo


Nadie dijo que ser madre es fácil; tratar de organizarnos es un maratón porque la vida transcurre mientras tratamos de organizarla, no se diga las angustias, preocupaciones y demás. El amor de madre hace de esta labor algo totalmente satisfactorio.

La experiencia facilita la docencia, por eso para mí dar clases ahora es igual que practicar un deporte extremo. He dado clases anteriormente, a chicos de entre 19 y 20 años pero no es lo mismo tratar con adolescentes y en eso soy primeriza (llevo exactamente una semana), sin embargo he ido tomando el ritmo para que poco a poco se vuelva parte de mi vida.

Ser madre y maestra es complicado en un principio, con un poco de organización ambas actividades salen adelante; ayuda el hecho de que cada una tiene su espacio: se es madre en todos lados excepto en el aula y se es docente solamente en el aula, en teoría.

Tomemos dos rompecabezas de 1000 piezas cada uno, revolvamos todas y cada una de las 2000 piezas; tratar de separar los rompecabezas es lo mismo que tratar de ser exclusivamente madre con los hijos y exclusivamente docente en el aula. Lo realmente titánico no es ser, sino intentar no ser.

La maestra y la madre conviven en la misma persona y ello provoca que a veces, al menos yo, me comporte insoncsientemente como madre protectora cuando debería ser una autoridad firme con un toque de indiferencia; o que en ocasiones cuando trato de alcarar una duda de mi hija lo haga con el tono de voz y matices propios de alguien cuyo oficio es impartir conocimientos académicos. Me siento como el Gollum de "El Señor de los Anillos".

Tal vez no haya forma de separar totalmente a la madre de la maestra. He llegado a pensar: ¿será porque ambas tienen en común más de lo que había imaginado?

3 comentarios:

Juan García Tapia dijo...

Sobre todo me complace conocer a quien gusta de Girondo.
Les felicito por este espacio.
Me conmueve la complicidad implícita.
Chao.

Pauli MuSa dijo...

Mi mama es maestra, y siempre que nos hablaba decia que ella no podia separar a la mama de la maestra, que ella era un poco madre en su salon de clases, con sus alumnos, y un poco maestra con nosotras en casa.
Yo de niña odiaba ese doble rol, porque era muy exigente en lo academico, pero a la vez me hizo ser siempre muy respetuosa de mis maestros, porque comprendia que ellos eran padres tambien y que tenian hijos y una vida fuera de las aulas.

Gabriela dijo...

juan: si no me equivoco, creo que ambos somos de Morelia. Qué gusto encontrarte en este espacio! Gracias por el comment.

ladypaula: mi madre también es maestra y también siempre respeté a todos mis maestros, solamente que yo lo hacia porque siempre pensaba que no trataría a los maestros como no me gustaría que a mi madre la trataran sus alumnos.
¿nunca llegaste a sentir celos de los alumnos de tu madre?