02 marzo, 2007

¡Y SE TERMINÓ!

He jugado. Los he cuidado. Los llevé a la pileta cada fin de semana. Cuidé al mayor que cree que flotar estilo perrito es saber nadar, y nunca solté al menor con su pánico al agua y sus bracitos inflables. Les compré juguetes. Vimos películas. Invité a sus primos a dormir a casa, y una tarde tenía seis pibes corriendo por todos lados. Les hice las comidas que más les gustan. Los llevé de vacaciones. Les permité dormirse tarde, aunque siguieron levantándose temprano. Los mantuve fresquitos. Salvo los días en que visitaron a sus abuelas, no me separé de ellos ni un minuto. Respondí a sus dudas existenciales. Los reté y les grité hasta que me dolió la garganta. Preparé sus baños. Bañé al menor y le limpié la cola cada vez. Les serví agua o jugo cada vez que lo pidieron. Les compré dos mascotas. Los abracé lo poco que me dejaron. Los llevé al médico, a vacunar, y estuve con ellos en cada dolorcito o fiebre.
Y ahora...
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡empiezan las clases!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
No me importa tener que volver a levantarme 6,30 cada mañana, si a cambio tendré 4 horas de paz y tranquilidad y libertad para mí. Es poquísimo, lo sé, van jornada simple... qué le vamos a hacer. ¡Pero son cuatro horas sin ellos!

Que tengan todos un hermoso comienzo de clases (o de paro, según la provincia que corresponda).

3 comentarios:

Penélope dijo...

Esta anécdota me suena conocida...y claro es la vida de todas las madres!!! esas horas son las mas gratificantes del día...a mi tampoco me importa correr del colegio de la mas grande al jardin del mas chiquito (ingresan y salen a la misma hora con 10 cuadras de diferencia!!) corro una maratón por día!!! pero todo sea por un poco de descanso...saludos.

Charo Bolivar dijo...

Mi madre decía "tanta tranquilidad lleves como la que dejas" ¡Y cuánta razón tenía! Los niños son adorables, pero que bien que están en la escuela; aprenden, juegan, se relacionan... y lomás importante, nosotras, las mamis, estamos tranquilitas un ratito.

Feliz día de la Mujer, lo de trabajadora sobra, porque no se de ninguna que no trabaje 24 horas al día.

CHARO

Anónimo dijo...

¿Ves, Vero, ves por qué es necesario este blog? ¿Adónde más puede una madre hacer este tipo de comentarios sin que le brote la culpa por todos los costados y sabiendo que va a tener un público que sabe de qué está hablando y no la va a juzgar como una madre descastada?
Yo que estoy rogando que pase pronto el tiempo para que mi bebé se convierta en niño para mandarlo al jardín de infantes y volver a tener esas cuatro horas para mí... (Mentira, al bebé todavía lo disfruto. Pero también disfruto los ratos que los dos duermen y yo puedo hacer algo -aunque no sea necesariamente descansar- SOLA...).