15 noviembre, 2005

Anteojitos

Para mi escribir siempre fue terapéutico. En los momentos difíciles corro a buscar una lapicera/lápiz , un papel, y escribo hasta que las palabras me completan, me llenan el agujerito que me abre la vida.
Hasta hace poco era una práctica solitaria, de sesión personal, pero ahora hago esta especie de terapia de grupo que es postear.
Y queridos compañeros de grupo, hoy necesito volcar mi angustia para mitigarla.
Ayer por la tarde llevé a Sol al oftalmólogo por segunda vez, para que le hicieran unos estudios. Nunca tuvo problemas en el jardín, pero en casa mira la tele muy de cerca. Teniendo en cuenta los antecedentes de miopía familiar decidimos que lo más acertado era consultar con un especialista. Resultado: tiene que usar anteojos, a los cinco años desarrolló casi el mismo grado de miopía que alcancé yo a los cuarenta (y es bastante).
Tengo un nudito en la garganta porque la cabeza se me dispara, pienso que la miopía es progresiva y que cuando sea más grande no va a ver un cuerno, que va a estar atada a los cristales el resto de su vida, que va a estar limitada para un montón de cosas, que por ahí va a ser blanco de burlas crueles, que sus hermosos enormes ojitos árabes van a estar ocultos por un par de vidrios.
Y esta angustia que me inunda es por no poder hacer nada para evitarle todo eso.
Creo que esto que me pasa es parte del crecimiento que nos toca a nosotros, el crecimiento como padres, el aceptar las limitaciones y que no vamos a poder protegerlos de todo.
Creo que forma parte también del acostumbrarse a dejarlos ir paulatinamente hacia la vida, cada chico con su forma, su personalidad, sus carencias, sus potencialidades, a hacer carne la experiencia propia.
Difícil tarea la nuestra ¿no? concebir y parir a los hijos y despegarse de ellos lenta y contínuamente en un movimiento sin fin, acompañándolos muchas veces como espectadores mudos en su proceso de individuación. Sufrir por el sufrimiento de ellos sin poder ahorrárselo, aún sabiendo que el sufrir también hace al ser en sí. Y amarlos incondicionalmente, con un amor que a veces es tan intenso que duele. Dios! qué jodido que es ser padres!

Pero bueno. Basta!! Al fin de cuentas yo estoy re angustiada y ella... ella está chocha porque va a usar anteojitos.

9 comentarios:

Una Pepina dijo...

Cuando chiquitos aceptan los anteojos con alegría porque es algo nuevo y encima ven bien.

Luego, más grandecita, te va a pedir los lentes de contacto que son una solución maravillosa.

Por último, la cirugía, cuando grande la va a decidir ella, la va a llevar a ver de 10.

A uno los hijos le duelen en el alma, pero no sufras por cosas que sí son solucionables en un ciento por ciento.

m a dijo...

Gracias Cyn y Pepi.
Prometo publicar la primera foto con anteojitos (rositas, mami ¿si?)

Gragry dijo...

Por acá tenemos un bisabuelo, una tía abuela y un tío ópticos. Abuelos, papás y tíos miopes... Casi casi que usar anteojos es formar parte de la familia. Sin embargo sólo uno de mis hijos, Patricio, es quien usa anteojos desde los 6 años.
Tango Luis como yo vivimos muy naturalmente la miopía y usamos anteojos sin inconvenientes, ni tabúes, ni miedos, ni angustias. De todos modos, apenas le diagnosticaron la miopía a Patri yo pedí lentes de contacto.
El salame del oftalmólogo se negaba, que era muy chico, que mejor anteojos con cristales orgánicos. ¡Qué vivo! Él no usa anteojos, entonces no sabe que los cristales orgánicos son más caros y se rayan de nada; que un pibe juega a la pelota, a la mancha, a las escondidas y termina con los anteojos todos doblados, chuecos. Y tampoco sabe que usar lentes de contacto es ver con tus propios ojos.
Patri se levanta temprano y se pone sus lentes, y se las saca al acostarse. Nunca tuvo una reacción adversa, apenas un leve enrojecimiento cuando usó una de ellas que se había roto.
Cierto es que ayuda que yo tengo un buen manejo de las lentes, y lo asistí durante todo el primer año de adaptación con lo que era limpiarlas y colocárselas. Pero nunca tuvo mayores problemas con las lentes.
Eso es lo que te recomiendo, sí, que use los anteojitos, pero las lentes de contacto le darán más posibilidades, más seguridad y, a la larga, serán más baratas.

Verónica Sukaczer dijo...

Hola chicas, yo voy a hablar esta vez desde el lugar de hija, que a los 6 años empezó a perder la audición. En primer lugar, juro que nunca me preocupó el sufrimiento de mis viejos, ni lo tuve en cuenta, ni me sirvió de mucho. Me la tuve que bancar sola. Y sí, hay burlas, hay bromas, hay crueldad de parte de los otros chicos, hay discriminación, y eso te hace fuerte. Te hace crecer. Pero todo eso sucedió porque yo no podía aceptar mi diferencia, y me resistí como pude a: usar audífono (cosa que recién hice de adolescente), a ir a todas las rehabilitaciones (lectura labial, etc), hasta a los controles médicos me resistía. Yo me pelée duramente con mi problema y eso me jodió la vida solamente a mí. Y supongo que si fue así, fue porque mis padres tampoco pudieron aceptarlo, y su lucha fue que yo "pareciera normal". Así que mi humilde consejo es: que Sol pueda elegir los anteojos que ella quiera, que todos a su alrededor le demuestren que usar anteojos (o lentes) es lo más natural del mundo, que no se estén preocupando por si los rompe, se le caen, por si juega con los anteojos. Que tampoco se esfuercen en mostrar lo positivo (¡qué lindo que te quedan!, en demasía), porque también rompe. Que los anteojos pasen a formar parte de su rostro y su vida como una parte más de su cuerpo. Que si en algún momento se los quiere sacar y estar un rato sin anteojos (aunque los necesite), no pase nada. En fin, que lo viva con total naturalidad. Que sea un juego (y no una carga), que se conviertan (los anteojos, su miopía) en parte de sí misma.

m a dijo...

Gracias a todas!!!
Intentaré que incorpore la miopía a su vida y que sea algo normal, no algo que la distinga.
El tema de los anteojos no le resulta traumático, por ahora, porque nos ve a mi viejo y a mi que los usamos de forma permanente. Calculo que para realizar ciertas actividades, como natación o educación física, voy a pedir lentes de contacto.
Muchas veces uno piensa que su experiencia va a repetirse en los hijos, aunque no necesariamente es así. Para mí la miopía es un garrón, uso anteojos desde los trece, pasé por todo tipo de lentes de contacto, duras, blandas, flexibles, descartables, de uso prolongado, pasé también por úlceras de córnea por el tipo de córneas que tengo, que además no permiten la cirugía.
Opté por incorporar a mi cara un par de anteojos y, muy excepcionalmente, me pongo las lentes de contacto.
Me dá "cosita" que por ahí ella tenga que pasar por todos esos inconvenientes también.

pd: Tá güena la terapia de grupo!

Rain dijo...

Los anteojos son Pro. No importan lo que digan: TODOS QUEREMOS USARLOS CUANDO SOMOS CHICOS!
En cuanto a las criticas, yo aprendia a reirme de mi cuando me cargaban: Si puede a aprender eso, jamas la vana cargar.
Besos.

Verónica Sukaczer dijo...

Marce tiene razón. Le voy a cambiar el título al blog, y se va a llamar "Terapia de grupo" ;.)
Y podremos hablar de algunas cosas más que de hijos. ¿Qué les parece?

m a dijo...

No jodamos, que los hijos son los hijos...
Pero dale, si se prenden creamos otro para hablar de cosas más guarras.

Josie Janeway dijo...

Te cuuento yo tengo actualmente 24 años, y uso antejos (o lentes de contacto). Mi miopía me la descubrieron cuando tenía 5 años, como a tu nena. Y yo tenía mucha miopía para ser tan chiquita, entonces tenía que usar si o si los anteojos, y es verdad que es inevitable que los compañeritos se burlen....me acuerdo patente el primer dia en que fui a la escuela con mis anteojos, me los habia metido en el bolsillo del guardapolvo porque me daba verguenza...pero despues me los puse, y bueno, con sus cosas malas y sus cosas buenas, los anteojos me permitieron ver el mundo que hasta ese entonces veía mal, o no veía. A los 10 años empecé a usar lentes de contacto...re chiquita! pero los lentes me salvaron la vida....para alguien coqueta como yo, los lentes fueron la solución, aunque nunca dejé de llevar en la mochila o la cartera mi par de anteojos. ero consideralo: el dia de mañana tu nena puede usar lentes de contacto, mas que nada cuando se ponga en señorita coqueta.
Con respecto a que es progresivo:mi miopía fué progresiva, sí, y se frenó recién entre los 21 y 23 años. Tal como el oftalmologo le habia dicho a mi mamá. Actualmente tengo una miopía muy importante (-11 en cada ojo) pero el mundo no lo nota porque tengo mis lentes...
y yo... fundamentalmente, a pesar de la carga a la coquetería que puedan significar los anteojos: aprendí a vivir con ellos, a levantarme cada mañana y manotear la mesita de luz para ponérmelos, para después cambiarlos por las lentes y salir al mundo.

Demás está decir que si la miopía de tu nena es termino medio (menos que la mia) cuando tenga unos 20 años puede operarse, con cirugía refractaria, una maravilla láser que te arregla la´córnea en un minuto y te deja la vista como si nunca hubieses tenido miopía.

hoy en día, existen soluciones para algo tan simple como la miopía.

no te preocupes. te habla la sra. experta miope.